domingo, 18 de octubre de 2015

Sigo a lo mío

O lo que es lo mismo, entrenar a casting todos los findes, pescar a spinning cuando puedo y, ocasionalmente, buscar bichos gordos y especies nuevas para tachar de mi lista de pendientes.


En la parte de la pesca sigo sin dar con las capturas que busco, pero lo intento cuando puedo, en esta ocasión fue una breve escapada de 3 horitas con Fede.

Tras pegarnos un buen madrugón, llegamos al sitio de noche cerrada y nos pusimos a montar rápido, no queríamos que nos pillara el amanecer.

No miré las previsiones y no estaba preparado para lo que vino... apenas habíamos llegado cuando empezó a soplar un viento de Norte bastante frío y molesto... pero es que 10 minutos después empezó a llover...

Llevaba bastante material de spinning para probar y no pude hacer nada en esas condiciones de viento... la KG seguirá una semana más sin ser estrenada...

Tuve una picada cuando más llovía, encima se soltó al clavarla... me alegré y me cabreé a partes iguales (porque empezaba a moverse el pescado y porque me estaba mojando y no llevaba la chaqueta), repuse la cameta (estaba rozada) lo más rápido que pude, la cebé con ermitaño y la lancé... luego a correr a por el coche...

La siguiente hora la pasé dentro del coche, con los pies y el pelo fríos y mojados, tratando de entrar en calor, también aproveché que el lugar lo permitía y lo puse detrás de mis cañas para evitarme de nuevo el paseo bajo la lluvia.

Aún no había terminado de llover cuando vi otra picada, tan bestia que parecía que se iba a llevar la caña, de hecho la caña llegó a levantar el talón del suelo, así que salí del coche corriendo a por ella.
Nada más clavar noté mucho peso pero, en 2 vueltas de manivela dejé de sentirlo... pensaba que lo había perdido hasta que vi que detrás del plomo venía algo rojo...
El resultado fue un pargo de 350 gr que no dio pelea... encima desfigurado y tragado hasta las trancas... (no podía ser más feo con esa boca torcida), pero no murió en vano ya que resultó ser una cena muy sabrosa y es que el pargo recién pescado me gusta mucho.

Poco más pude hacer, al poco de mojarme por el dichoso pargo dejó de llover, empezamos a ver pez de pasto en la orilla... parecía que la cosa se iba a animar y me quedaban todavía 30 minutos de pesca.

No perdí el tiempo, revisé las 2 cañas y pude comprobar que las habían desascado... repuse el cebo rápido y las comprobé de nuevo a los 15 minutos, con el mismo resultado...
Repuse de nuevo con la esperanza de sacar algo decente, mientras tanto Fede sacaba una oblada de buen tamaño, así que yo empecé a rezar a Neptuno... me quedaban 5 minutos...

Al final nada, pasados los 5 minutos recogí las cañas y pude comprobar que, por tercera vez, las habían desascado... se terminó la jornada para mi (Fede estiró un rato más pero solo dio con más obladas).


Se podría decir que por lo menos salvé la porra, pero ya se sabe, cuando no das con lo que buscas no hay consuelo que valga jejeje encima con la que nos cayó, Neptuno me debe algo gordo pronto, creo que ya he hecho bastante mérito ;P



2 comentarios:

  1. Me juego una riada de cervezas a que pesco la urta antes que tu, y ya sabes dónde...
    Jejejeje.

    Este sábado cae la primera ;-))

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  2. jejejeje está a la par ese coto con el tuyo, de hecho allí tuve clavada una de al menos 7 kg con la caña de Fede pero al final nos rompió...

    este sábado si sube Javixi igual me apunto, que es mi amuleto (y yo el suyo jejeje)

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