domingo, 20 de julio de 2014

Salida a rockfishing

Por fin toco escama en esta modalidad tras un par de intentos, así quedó el pobre señuelo en su estreno:


Al menos lo he amortizado porque la jornada ha sido entretenida.
No soy muy de madrugar, así que el viernes por la tarde cuando terminé de trabajar, pasé a por mi novia que quería hacer pruebas con la Gopro y directo al pesquero a por llobarros con vinilos de 50 y 70.

El primero no se hace esperar, es uno muy blanco que lo tengo bastante visto, sale como un rayo de su escondite y se traga el señuelo entero.
Reaccioné tarde y no lo clavé bien por llevar el freno demasiado abierto, así que cuando llegó a mis pies e intenté subirlo, abrió la boca y se soltó el señuelo... una lástima porque a este en concreto le tenía muchas ganas por lo receloso que es, pero ya le haré la foto jejeje

Lo primero que me vino a la cabeza es que ese no lo vuelvo a pescar en un tiempo, pero bueno, tras 4-5 lances clavé otro más pequeño casi a mis pies, iba clavado del morro y no paraba de saltar hasta que finalmente también se soltó.

Tras media hora patrullando la zona di con otro que falló la picada porque no me lo esperaba y no lo clavé a tiempo... insistí en la zona y falló 2 veces un sargo porque le entraba a la cola... le pegó un buen bocado.

Y así llegué al extremo del roquero, de modo que volví sobre mis pasos, sin insistir tanto y solo dando con pequeñas mojarras y sargos que se cebaron con la cola del señuelo.

Ya llegando al otro extremo clavé otro y me ocurrió como al segundo, le destensé sin querer cuando estaba a mis pies y se soltó... no había manera de poner uno en seco!!! jejeje
Encima el señuelo perdió la cola... error mío porque debería haberlo cambiado al primer corte para luego repararlo en casa... tomo nota mental.


Como llevaba algo más de una hora y ya me había pateado el pesquero, cambié de modalidad y me puse con una escalopendra a buscar entre las rocas.

La ilusión era clavar alguna doradella o algún sargo, pero no le hacían ni caso... lo único que conseguí fue un ataque fallido de un burrito.


Caía ya la noche, así que decidí que ya le había dado suficiente respiro a los llobarros y volví a la carga, ya que ahora se vería menos el señuelo.

Directo a la piedra donde había clavado al blanco, lanzo, dejo que se hunda, empiezo a recoger y sale como una bala de su escondite... pero no es el blanco... es un mini... encima fallo la clavada y se suelta...
Insisto una vez más y sale de nuevo... lo sigue pero no lo ataca... me quedo sin recorrido... le hago un par de ochos... se para mirando al señuelo... le pico un par de veces... otro ocho... lo sigue mirando... llega mi novia y le señalo al llobarro susurrando "mira"... y el que mira es el llobarrín... nos saluda y se la pira jejeje

Mientras nos reíamos de lo ocurrido cayó un rayo de una nube que venía hacia nosotros... así que corriendo para casa ante el peligro que se acercaba.

En resumen una jornada corta pero muy divertida, satisfecho con la cantidad de picadas y lo que me han enseñado, a ver si para la próxima consigo fotos jejeje

2 comentarios:

  1. Por lo menos te divertiste, yo sali con un compañero y aguantamos los rayos y centellas (dentro del coche) una dorada que volvio al agua. Otra vez sera.

    ResponderEliminar
  2. pues si, lo divertido de esto es que mientras haya movimiento te lo pasas bien con los ataques y peleas, lo que saques es lo de menos porque luego todo va al agua ;)

    yo volví al día siguiente y también me divertí hasta que los rayos me acojonaron y me fuí a casa...

    ResponderEliminar