martes, 28 de junio de 2016

Últimas salidas a RF embarcado

Y digo últimas, en plural, porque este finde fueron dos (aunque de la primera no tengo fotos), ambas por la tarde en días consecutivos.
En teoría quedaba una tercera por la mañana, pero creo que el segundo día acabamos todos tan cansados que ni nos lo planteamos (sobretodo yo, que lo pasé fatal la segunda jornada, se me nota en las fotos la mala cara jejeje).

Y volvieron las vacas!! ni las buscamos ni sacamos demasiadas, pero siempre tranquiliza empezar la jornada con una vaquita a los pocos lances.

Como las últimas entradas parecen una repetición de la anterior, no me voy a extender mucho.

Empecé la primera jornada en el puerto, donde conocí a Ferche, que nos invitó a Pablo y a mi salir con su barca que, por cierto, me pareció una pasada (al menos para un desconocedor de este mundillo como yo).
Curricamos un rato pero nos comimos una porra, así que nos acercamos a la orilla para practicar un poco de RF.
Ya no sé si es la suerte del principiante o que yo me estoy empezando a negar con los dentones, pero la primera captura y el único que salió fue para Ferche, que se estrenó a lo grande (y por sus comentarios creo que repetirá en esta modalidad jejeje), un dentoncete kilero que puso en apuros el freno de su carrete, el resto fueron todo vacas, excepto una oblada que sacó Pablo.
Gran jornada en lo personal, me lo pasé muy bien y salí prendado de aquella barca, tener un sitio plano donde ponerme de pie con estabilidad me ayudó mucho con el tema del mareo, lástima que las capturas no acompañaran esa jornada.


Y repetimos al día siguiente, esperando mejor mar y más pescado, esta vez con Iván en lugar de Ferche y con la barca de Pablo.

El plan el de siempre, pegamos una curricada previa para ver si había pescado.


Un par de obladas por mi parte, primera vez que pruebo con un vinilo plomado a curri y parece que a las obladas les va.

Ya en el pesquero, a los pocos lances se estrenó Pablo con una vaca:


Picaron un par más (entre otras la de la portada), pero paró pronto la actividad y decidimos cambiar de estrategía.

Con el día entre nubes y claros, decidimos curricar un rato mientras esperábamos que asomara el Sol con fuerza.


Ahí se destapó Iván con su señuelo fetiche, cobrándose como mejor pieza el dentoncete kilero de la foto.

A curri no volví a sacar nada (o no lo recuerdo), casi todas las piezas fueron para Iván, un par de Pablo y creo que la jurela de la siguiente foto la saqué a slow jigging.


A partir de ahí no recuerdo mucha cosa, pillé un mareo bastante bestia, recuerdo que curricamos un rato mientras se ponía el Sol y que Iván me dió un par de empanadillas, pero no me repuse y, entre eso, que estábamos cansados y que el día no prometía demasiado, en cuanto oscureció decidimos salir.

Buena jornada en general, también algo escasa de actividad y, en lo personal, de mitad hacia el final lo pasé fatal... ni Biodramina ni nada... cada vez tengo más claro que el tema del mareo el similar al vértigo, del mismo modo que la impresión por la altura me provoca una sensación de perder el equilibrio y una flojera de piernas, que solo puedo controlar si me veo seguro.
En cierto modo el factor que lo causa viene a ser el mismo, si me encuentro cómodo y tengo la situación bajo control no me mareo, por el contrario, si en algún momento tengo una sensación de falta de espacio o libertad para moverme, ganas de salir, o pierdo de vista al mar (iba a decir mirar hacia abajo, pero el problema realmente es no ver las olas que vienen y no prever el movimiento) entonces me mareo seguro.
En cualquier caso es difícil de controlar y, desde luego, que el mar esté plato ayuda bastante jejeje

Este ha sido el resumen de las últimas jornadas, con sabor agrio al final pero hubo momentos que lo pasé genial.





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