Y es que de momento no se ve gran cosa, alguna suelta por los puertos (lo que no es raro en cualquier momento del año), pero se ven bastantes, la mayoría tamaño "chipi" y como cabe esperar a estas fechas no se cojen bien, pero al menos dan para cebo y parece que esta temporada promete, en contraste con la temporada pasada que fue bastante floja.
Sin duda parece que a final de mes empezará la temporada en serio.
Al tema, tras haber dejado de lado el surfcasting en Agosto y con solo 2 salidas en Septiembre, he estado dedicando mis salidas a entrenar a spinning y mi intención en dedicar este mes a la dorada a surfcasting (en la siguiente entrada actualizaré el parte), pero el día 9 como era festivo fui a la sepia con mi novia.
Apenas pescamos una hora y media al anochecer, nada más llegar al puerto decidí escudriñar la orilla (la verdad en busca de peces porque mi intención era probar unos paseantes) vi un par de bancos de lisas y... una sepia!!! camuflada en una piedra controlando los movimientos de las lisas.
Viendo que estaba cazando no me lo pensé, me planté delante de la sepia para espantar las lisas, monté la caña de mi novia con un pajarito rojo y le expliqué como tenía que sacarla (pero no quiso jejeje) así que lancé a su espalda, un ligero pumping por encima de su cabeza y zas!! picada!!!
Me peleó como una campeona (están muy agresivas) pero como ocurre siempre a principio de temporada, no se clavan bien... hasta 7 veces se soltó y la octava la pude sacar gracias a un compañero que salía de pescar con su hijo y la salabró (hasta me dio una bolsa de plástico porque yo no llevaba nada más que señuelos...), da gusto encontrarse así y seguro que el chaval será un gran pescador teniendo ese ejemplo (además me da que le entró el gusanillo con las sepias jejeje) espero encontrarlos por allí en próximas salidas.
Viendo que fue llegar y besar el santo, decidí que valía la pena barrer la orilla antes de meternos dentro del puerto, tocamos varios chipis pero no sacamos ninguno.
Buscamos algo más de agua y mi novia se estrenó con las sepias, clavando y sacando a la primera una de similar tamaño a la mía.
Ya era de noche y decidimos volver a la orilla porque había más luz y estábamos empezando a enrocar por aquella zona.
Al final no pudimos desempatar... en la orilla era muy difícil sacar las pequeñas, así que como tampoco las quería para nada nos fuimos a casa.
Resultado un par de sepias de un cuarto (las de la foto de arriba).
Alejandro volvió al día siguiente y sacó otra de noche, así que ayer volví con él cuando salí de trabajar.
Hacia bastante viento (y frío) Alejandro llegó antes que yo y ya llevaba un chipi, pero las condiciones iban a peor, más viento y empezaba a entrar corriente dentro del puerto... tuvimos varias picadas, yo pinché un chipi hasta 6 veces pero no conseguí sacarlo... al anochecer renunciamos porque la corriente se llevaba el pajarito...
Veremos si tras el temporal vuelven a entrar y empezamos la temporada, o si solo saldrán chipis, con lo que esperaremos unas semanas.
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