Llampugas en el Delta

Hacía tiempo que quería realizar esta salida, pero la había ido retrasando año tras año por mi inexperiencia pescando en barca, desconocimiento de la zona, falta de equipo... etc pero sobretodo por los mareos.

Tras un verano entrenando con la barca de Pablo, considero que ya me defiendo bien y he avanzado bastante con el tema del mareo, así que este año me he animado, compré un par de equipos de currican y quedé el sábado con mi tía para salir a pescar por el Delta en su barca.

Pasé una semana comprando señuelos, accesorios y montando bajos, me llevé todo el arsenal disponible junto a tres cañas de curri y otras tres de spinning.

Por fin, tras el madrugón, cargar el coche y pegarme el viaje, llegué (con el Sol pegando fuerte) al puerto de L´Ampolla.

Llegó mi tía, cargamos la barca, repostamos en la gasolinera y salimos del puerto bordeando la costa hacia el delta.   Mi idea inicial era empezar curricando lento y fino va localizar el pescado, así que monté plumas y pequeños vinilos en las cañas de curri mientras, con la de spinning y un Tide color sardina barría la playa en busca de dorados y palometones.

Ni picada ni rastro de actividad, así que decidí cambiar de rumbo hacia mar abierto para buscar profundidad.   Mientras salíamos del brazo norte del delta nos dimos cuenta del problema, todo estaba cercado por redes, perdí la cuenta de las banderas que vi, toda la entrada desde el faro norte hasta el puerto de L´Ampolla estaba cerrada...

Aunque no sé que fue peor, si eso o lo que vino después, ya que al salir de la protección del Delta nos encontramos oleaje de casi 1 m que nos giraba la barca, cruzaba líneas, estuve a punto de caerme por la borda un par de veces, se liaron varios aparejos, perdí otros... un desastre.

La verdad es que pasé una hora bastante mala, a punto estuvimos de abortar la jornada, pero en un último intento decidimos cambiar de táctica, monté solo 2 cañas con señuelos grandes y nos acercamos hacia la L´Ametlla del mar en busca de refugio del viento y el oleaje.

Por lo visto acertamos porque pasamos de no cruzarnos una barca en toda la mañana a  encontrarnos con unas cuantas y, además, la que no estaba curricando estaba pescando fondeada... habíamos dado con el sitio y estaba claro que estaban pescando todos.

Cambio de montaje: plumas, vinilos pequeños y a por las llampugas.

Tras una primera pasada por la zona el resultado fueron las dos cametas cortadas y mi conclusión fue que no debían ser muy pequeñas.

Cambio de montaje: bajos de 20 lb acordes al resto del equipo, un señuelo flotante y un hundido de tamaño medio.

En esta pasada no tuvimos picadas.   Creía que el problema era que habíamos subido un poco la velocidad, pero repetimos más despacio y tampoco dió resultado.

Cambio de montaje: quité el hundido y monté un calamar (el único cebo que llevé).

Por un lado estaba pensando en que si tantas barcas estaban fondeadas y cebando sería complicado pescar algo con "plástico", por el otro lado era tarde y no tenía más ideas para salvar la porra antes de volver al puerto.

Además, fruto de la desesperación, cogí la caña de spinning, monté un jig y me fuí a la proa a pegar cañazos por intentar algo más.

En una de esas estaba lanzando cuando escuché la carraca de uno de los multis sacando hilo a toda velocidad... fui corriendo a coger la caña... justo llegando la carraca dejó de sonar así que apreté el freno, tensé unas vueltas y clavé buscando el pez...
Más bien me quedé yo clavado... ¿será enroque? tiro y se suelta... empiezo a recoger y parece que la línea pesa... ante la duda vuelvo a clavar.

Vaya arreón me pegó!!! le debí pinchar porque inmediatamente pegó otro cabezazo que sacó un poco de hilo... otro más y el freno empezó a ceder... otro más y la carraca empezó a chillar y la bobina a girar a saco... en los dos segundos que tardé en decidir aflojar el freno un poco partió la línea de 20 lb del carrete y se llevó el Yo-zuri de piercing... vaya bestia!!!

Aún tenía las pulsaciones a mil, esa sensación de subidón y bajón a la vez, la adrenalina de la picada y la lucha, la incredulidad y la decepción por la rotura...

Cambio de montaje: monto otro Yo-zuri de menor tamaño y reviso el calamar... lo saco sin cabeza y con la cameta cortada.

Estaba claro que no llevaba equipo para túnidos de ese calibre, así que decidí centrarme en las llampugas más pequeñas en un último intento de salvar el bolo.

Nueva pasada y en la misma caña empieza a cantar la carraca, esta vez me pilló al lado, clavé inmediatamente y a los pocos segundos pude ver como saltaba fuera del agua... una llampuga!!! por fin!!

Esta no era muy grande así que no me preocupó demasiado que pudiera romper, tampoco presentó mucha batalla.

Me centré en sacarla rápido para que no me destensara si pegaba otro salto.

El resultado lo veis en la foto, una pequeña llampuga de casi kilo y medio con la que salvé la porra en mi primera incursión deltera embarcado.

Apenas la habíamos salabrado cuando la otra caña empezó a cantar... clavé e inmediatamente sentí que llevaba más peso... empezó a pelear... esta es gorda!!! a 20 m de la barca la vimos saltar... era bastante más grande y con un color mucho más llamativo... a 10 m volvió a saltar... la pudimos ver estupendamente jejeje pero en el salto se soltó y la perdimos...

Ya era muy tarde pero decidimos pegar una última pasada, con el resultado de una picada brutal que pensé que no se había clavado pero cuando revisé la caña pude ver que se había zampado el calamar entero y había cortado la cameta del 40... imagino que esa picada debió tratarse de un buen dorado.

Una experiencia muy divertida, pese a que me fui con un regusto agridulce por todos los problemas sufridos, pero bueno, así se aprende y estoy deseando tener ocasión de repetir este mes...

Preparando el equipo para túnidos!!! jejeje;P