Como esta temporada no me he lucido demasiado, pongo esta captura de sargo de hace 3 temporadas, ya que me resultó muy satisfactoria.
Perdí las fotos de la pesquera con el último cambio de móvil, pero pude recuperar hace poco la que
os he puesto arriba que fue justo antes de entrar al horno jejeje
Es una lástima porque no le hacen justicia a lo gordo que estaba, la librea que tenía que parecía una dorada y los dientes marrones de viejo que debía ser, la verdad es que parecía un sargo bastante viejo pese a que los hay más grandes.
Fue una salida invernal al congrio y al sargo, fui a Burriana, en una playa cerca de la piscifactoría que tiene un fondo mixto, con mucha piedra cerca de la orilla, con el mar fuerte, olas de 0,6 m y la presión bajando en picado.
En esta ocasión, me acompañó mi amigo Jorge, que aunque no es pescador, le gusta acompañarme ocasionalmente.
Durante la tarde ni picada, al caer la noche se levantó una tormenta, las olas subieron hasta casi un metro (incluso a ratos un poco más) y empezó a chispear, así que me metí en el coche a esperar.
Amenazaba con temporal, así que decidí no aguantar mucho rato porque veía relámpagos en una nube que se acercaba.
No tuve que esperar mucho, veo desde el coche una picada en la caña izquierda, salgo corriendo y me pongo a recoger un congrio de medio kilo, cuando de repente veo la caña de mi derecha salir volando de la pica y quedarse trabada en unas piedras de la orilla... ¡¡me había dejado el freno cerrado!!
Dejo la caña con el congrio en la pica y salgo corriendo a recuperar la otra caña antes de que se la lleve al agua o se parta el hilo, abro el freno y pongo a trabajar la pieza como pude desde detrás de las rocas...
Tras varios cabezazos fuertes para enrocarse, conseguí acercarlo a la orilla, afortunadamente montaba linea del 0,30 y cameta del 0,35 que me permitían obligarlo y poco y llevarlo por la superficie porque dio pelea y yo quería sacarlo a remolque para que no me enrocara, tampoco estaba para perder mucho tiempo con la que caía...
El problema me vino en la orilla, ya que estaba solo y sin salabre, y tenía que sortear la pared de piedras, así que no tuve más remedio que sacarlo a pulso, confiando en que estuviera bien clavado.
La cameta aguantó y pude poner en seco a un sargo de 1,890 kg el más grande que he conseguido hasta la fecha en estas playas y que casi me cuesta una caña jejeje
Una captura que me gusta recordar, porque me da moral en los días que me pilla una tormenta o me encuentro con mala mar, y es que a río revuelto ganancia de pescadores ;)
Que bo!!
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