Primera salida del año al llobarro, con Pablo e Iván, aburrida en cuanto a la pesca (como suele ser habitual con esta
especie), todo lo contrario respecto a la compañía.
Como decía, jornada aburrida, ni rastro de peces en toda la noche hasta que, cuando ya
empezábamos a recoger, Iván tuvo una buena picada, que no fue correspondida con una buena batalla.
El
resultado este llobarro famélico que, aunque tenía cabeza para pasar
los 2 kg, aún le faltaron unos gramos para llegar al kilo y medio,
extremadamente delgado.
Como se suele decir, yo lo achaco a la suerte del principiante jejeje buen estreno en esta modalidad Iván, enhorabuena crack!!
vamos ahí golfos!!! a ver si en breve tengo yo también la suerte del principiante... qué aún no me he estrenado por esas tierras vuestras!!!
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