En castellano se le conoce como berrugato, existe otra especie muy similar y todavía más escasa en nuestras playas llamada corvallo, se trata de 2 especies, pero en valenciano se las conoce como corvall de arena y corvall de roca (a la que yo me suelo referir como corva) y junto la corvina (o reig) son los representantes de la família de los esciénidos en nuestras playas.
Es un pez de cuerpo alargado, vientre plano, 2 grandes aletas dorsales que casi se unen, una cola que acaba recta y un característico barbo en su mandíbula inferior que sobresale y al que debe el nombre en castellano.
Como ocurre en las lubinas, el color de su librea depende de la zona donde habite, siendo dorados en la arena, gris oscuro en la roca y grises con líneas o puntos negros en fondos mixtos, pueden llegar a medir un metro y sobrepasar los 5kg, por lo que conviene devolver los de menos de medio kilo para ayudar a recuperar la especie.
Tal y como nos da a entender su vientre plano y su librea, es un pez que se mueve a poca profundidad por el fondo arenoso de nuestras playas, su boca también nos indica como se alimenta, pegando bocados de arena mientras va rastreando por el fondo, a diferencia de las mabras tiene unos dientes de pequeño tamaño.
Es una especie con un crecimiento más rápido que otras especies más codiciadas como la lubina, la dorada o el sargo, similar al de las mabras, pero alcanzando un tamaño mucho mayor.
Los ejemplares adultos no suelen acercarse mucho a la orilla, por lo que los que pescamos apenas tienen un año y pueden crecer hasta los 250gr en un verano.
Podemos dar con ellos en todas las playas de la provincia durante casi todo el año, aunque los ejemplares grandes solo se dejan ver en la playa en la época más fría, en invierno y primavera.
Se suelen mover en bancos, tanto los jóvenes como los adultos, y patrullar grandes distancias de costa por la orilla, por eso muchas veces se pescan aunque esté sembrado de trasmallos.
Continuará...
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