En este punto no me voy a estirar mucho, en cuanto al equipo y montajes porque no tienen demasiada dificultad.
Cualquier equipo de surfcasting nos sirve para la pesca de la dorada si la buscamos en roqueros, puertos y espigones,
siendo una caña de acción media y puntero híbrido la más práctica para
buscar esta especie por ser más cómodas y marcadoras, incluso una telescópica por su ligereza la hace más manejable, como carrete también
nos vale cualquiera que permita un lance largo por si están lejos y a
ser posible de recogida rápida.
La cosa cambia cuando vamos a una playa donde se tocan lejos, ahí si conviene tener el equipo más ligero y potente posiblemente, o sencillamente con el que más lancemos.
Los montajes más utilizados son de lo más sencillo, con cebos
voluminosos se puede montar urfe con cameta larga o plomo corrido, la longitud de cameta varía en función del mar, si es día o noche y el cebo a utilizar, siendo entre del 0,24 al 0,35mm y de 1,5 a 3m lo habitual.
En caso de pescar de día conviene alargar la longitud y reducir el diámetro, mientras que de noche no es tan necesario y podemos subir tranquilamente el grosor para asegurar la captura, pero en líneas generales será el estado del mar el que nos permita u obilgue a utilizar un determinado grosor y longitud para evitar enredos.
Con
gusanos bajos largos de 2 cametas de al menos 1,5m, aunque no es lo habitual tener varias picadas, se pueden dar dobletes con ejemplares jóvenes, pero como digo es poco utilizado porque la mayoría prefiere las grandes piezas y resta mucho en el lance.
Para su construcción podemos usar una línea del 0,50 para arriba puesto
que habitualmente se lanza más de 150m en las playas más someras y las
cametas las atamos con perlitas biperforadas, siempre las he preferido a
los rolling porque se lían bastante menos los aparejos.
No soy partidario de flotadores o cametas de colores, pero por todos es sabido su preferencia por el color rojo, si que me parece fundamental utilizar al menos un fluorine durante el día (no soy muy partidario de los fluorocarbonos puros)
Los plomos pueden ser rojos, colores naturales o negros, incluso blancos si está el agua turbia, aunque no es tan determinante como otras especies, en general cuanto más discreto el montaje mejor.
Los anzuelos tipo chinu o de pico de loro de buena marca y buen grosor para que no parta ni se abra durante la pelea, más pequeño que un 4 no tiene mucho sentido y aún con un 4 mejor que no pique la dorada de nuestra vida... no hay que subestimar esa dentadura.
Por otro lado, como suelen salir cogidas por la boca, me gusta utilizar los anzuelos circulares, hay quien opina que se pierden más piezas, por contra se tienen menos picadas falsas, conviene recordar que no hay que clavar la pieza con estos anzuelos pues se clavan solos y con el tirón los podemos arrancar.
A medio camino entre los montajes y los cebos, tenemos el baitclip, un elemento interesante para conseguir unos buenos metros sin destrozar el cebo.
Mi montaje preferido es con línea trenzada o nylon muy grueso para evitar la elasticidad del bajo, en un extremo el plomo seguido del baitclip (en mi caso utilizo un modelo que se abre solo al impactar con el agua) y en el extremo del bajo la cameta de 3m con una perlita biperforada y un muelle compensador, por último en el otro extremos un snoodrelease para poder llevar la cameta doblada por la mitad.
De este modo el cebo queda protegido por el plomo (de todos modos conviene ponerle un tope al cebo para que no se salga del anzuelo)
Respecto a cebos tenemos una amplia variedad donde elegir, ya que le
entra a casi todo, pero si tuviera que elegir entre todos, me quedaría con lombriz y tita, sintiendo preferencia por la primera durante el día y la segunda por la noche.
Por otro lado, se pueden sacar con cualquiera, pero se nota una clara preferencia por el cebo del terreno frente al importado.
Otro que debería de estar entre los elegidos podría ser el americano, no es igual de efectivo durante toda la temporada, pero durante el final de la primera y el principio del verano suelen preferir gusanos de sangre.
Habrá quien opinará que me he dejado la calavereta o incluso el ermitaño/buzo, sin duda son de mis favoritos, pero con el primero se pierden muchas picadas y el segundo no funciona igual de bien en las playas de arena.
Otros cebos que funcionan muy bien son por ejemplo el cangrejo verde (pero no se lanza muy bien), el mejillón (si estamos en un puerto o un roquero donde se críe), con almejas y conchafinas de las lonjas también salen, así como con navajitas pequeñas enteras (que no sean más grandes que un cigarro), con galeritas, erizo, caracolas, pepinos, con sardina, la sepia (en primavera) pero no son cebos tan habituales y depende de cada zona el que sean efectivos o no.
También podemos seleccionar el tamaño de las capturas con el tamaño del cebo y del anzuelo (teniendo en cuenta lo que penalizará el lance),
puesto que obtendremos mejores piezas con un cebo grande y resistente a la morralla que con un gusano con el que no podemos evitar las minitallas ni seleccionar la especie.
En líneas generales, le daría protagonismo a la sepia y los moluscos en primavera, a los gusanos y el cangrejo en verano y volvería a los moluscos en otoño, sin dejar nunca la lombriz y la tita de lado.
Tampoco hay que despreciar el cebo autóctono de temporada que podemos conseguir en lonjas y pescaderías de confianza, la dorada desconfía menos del cebo si es el que está comiendo habitualmente en ese momento.
Y para finalizar con los cebos, conviene que la presentación sea la mejor posible y que el cebo sea del terreno y fresco, y por increíble que parezca, no desestimar el cebo muerto que apeste, porque el lado carroñero que tienen me ha dado alguna que otra sorpresa, sin embargo con cebo importado y cebo pasadito no he tenido los mismos resultados.
Continuará...
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