No tenía muchas ganas, pero tras el fiasco del sábado pasado se podría decir que llevo 2 semanas sin pescar, así que, como tengo el vivero a tope y el americano no aguanta mucho más, he salido a la caída del sol para entrenerme y gastar cebo.
Nada más llegar, mientras montábamos las cañas ha aparecido una pequeña pajarera, así que he sacado la caña de spinning y he puesto en seco un dorado.
Alejandro por su parte ha lanzado una caña a la pajarera y ha sacado un par de besuguitos por si se ponían pesados los dorados pescarlos con vivo.
Al caer la noche han empezado las picadas, al principio besuguitos, luego roncadores y finalmente alguna mabra, ninguna pieza de porte, pero hemos tocado escama y hemos pasado una buena tarde.
Por mi parte un dorado, 4 roncadores, un besuguito y una mabra, por parte de Alejandro 2 mabras, 2 besuguitos y un roncador.
Para lo mal que está últimamente nos hemos entretenido, hacía unos cuantos años que no salía a pescar "lo que sea" porque no me había aburrido tanto como este año, pero la pesca ligera también tiene su gracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario