Primera dorada de la temporada

Continuando con este inicio de temporada agridulce para mi, porque me he perdido un gran año de llobarros, porque cuando he salido al sargo solo he dado con congrios y porque habitualmente suelo ser de los primeros en dar con las doradas, vamos que me estoy comiendo los mocos en todos los frentes...
Así que decidí repetir el plan de la semana pasada pero cambiando de playa para probar de noche.

Volví a quedar con Manu y Alejandro, que se vino con su equipo.  Como anécdota (tendría que haber hecho una foto...) nos apodé el Felipe Split Team... fue bastante curioso ver la playa sembrada de cañas blancas, y es que entre todos llevamos más de una docena de Splits jejeje

En fin, a lo que iba, el equipo llegó al pesquero por la mañana, Manu y yo quedamos en acudir por la tarde y estirar más que ellos por la noche.

Llegué alrededor de las 6 de la tarde, con calma y tiempo de sobra para tenerlo todo montado al anochecer... o eso pensaba yo, porque tras todo el día sin saber de ellas, pegaron una pasada en el momento que llegaba con los trastos...

Alejandro fue el primero en tener picada y en cuanto repuso sus cañas se vino corriendo a ayudarme a montar y dejamos las cañas lanzadas en 5 minutos.

La primera pasada nos dejó 4 doradas de ración, 2 de ellas kileras, y otra que se le escapó a Alejandro en la orilla, por mi parte, aunque fuimos rápidos, llegué tarde jejeje

La siguiente no se hizo esperar, pasaron mabras y salieron un par, pero a la mayoría nos pillaron con las cañas lanzadas a fondo buscando doradas.

Llegó Manu (y para mi este fue su error) en lugar de montar sus cañas, nos fuimos a por la cena.  Al volver habían pegado una pasada las doradas y en esa ocasión solo las toqué yo... por fin!! una la de la foto (que pese a ser de buen tamaño solo ha dado medio kilo por lo desnutrida que está) y otra palmera que venía del morro y pude indultar.

Que gusto da cuando el escenario es el ideal, el mar y el viento están como te gusta y vas cargado con todo tipo de cebo "pata negra", ahí es donde aplicas lo que conoces y no sueles fallar, te creces y piensas "ya le tengo cogida la medida a este pesquero... me voy a inflar de sacar...".
Luego te cambia la dirección del viento y te devuelve a la realidad jejeje

Y ahí se terminó la jornada para mi, la mitad del equipo se volvió a casa (fueron los que acertaron) y el resto nos quedamos esperando que volviera a girar el viento.

Por desgracia fue en vano, no giró, y hasta media noche solo salió un corvall y un par de sargos por parte de Alejandro.

En general una buena jornada, la mayoría tocamos escama, conocí a los miembros del equipo con los que no había coincidido hasta ahora y lo pasamos bien, solo me queda agradecer de nuevo a Manu su hospitalidad ;P