Por ser mi primera pieza decente de esta especie, me lo llevé a casa para degustarlo y probar a blanquear la mandíbula, cosa que tampoco había hecho nunca.
No por nada le llaman "el rey de los espárridos" o "el vampiro", tiene una mandíbula imponente con sus 4 colmillos de tipo cánido.
Todo el proceso es muy sencillo, por internet se pueden encontrar varios modos de hacerlo (con mejores y peores resultados) pero, como solo se trataba solo de una prueba, me decidí por no seguir ninguno al 100% y utilizar lo que tenía por casa.
Al lío, el primer paso es el más fácil, meter la cabeza entera en una olla con agua del grifo y hervirla 1 hora.
Pasado el tiempo, la enfriamos y retiramos todo resto de carne, es importante (para no perder tiempo) localizar directamente las 8 piezas que componen la mandíbula y desechar el resto de la cabeza
Es sencillo, basta con sujetar las mandíbulas con los dedos y tirar un poco, se desprenden fácil.
Se limpian y se enjuagan con agua, al haber hervido tanto tiempo, la carne se desprende sola.
Tras dejarlas secar, se sumergen las piezas en una solución al 50% de agua y lejía.
Veremos que inmediatamente se pone a burbujear, debemos dejarlo entre 5 y 15 minutos (según el tamaño de las piezas).
Recomiendo en este punto estar pendiente, pues puede llegar a corroer las piezas, incluso desprenderse los dientes, es el punto más crítico y del que depende el resultado.
No es necesario esperar a que las piezas blanqueen completamente (no lo hacen nunca), hay que enjuagarlas bajo el grifo en cuanto se aprecie a simple vista la porosidad del hueso, si esperamos más corroerá las piezas (en este punto hay que vigilar que no se desprendan dientes, si es así los guardamos para pegarlos luego).
Todavía se puede blanquear más si las sumergimos en agua oxigenada de alta concentración (ojo que es corrosivo), en mi caso utilicé la del botiquín que apenas corroe las piezas, lo dejé unos 10 minutos.
Por último enjuagar de nuevo con agua y dejarlo unas horas al Sol para se seque todo completamente.
Este es el resultado tras pegar las 8 piezas con cianocrilato, que también es sencillo porque las piezas encajan entre sí, solo hay que tener cuidado de no dejar restos de pegamento a la vista.
Por último solo faltaría darle una mano de barniz y ya tendremos lista nuestra mandíbula de dentón.
Seguro que con todo ese proceso te mereaste más que en la barca jejejeje.
ResponderEliminarYo creo que ya estás vacunado, a la próxima sin canica en el ombligo.
Menudo lobo de mar estás hecho jiji.
noooooo... la canica la dejo por si acaso jejejeje
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