martes, 7 de julio de 2015

Cebos: Llobarrero

El llobarrero, también conocido como gusana de greca, es el rey de los cebos, ya que tanto en precio como en efectividad destaca sobre el resto.


La particularidad de este cebo es su gran longitud, por ello habitualmente se utiliza troceado.


Halla parthenopeia

DESCRIPCIÓN

A primer golpe de vista su apariencia parece la de un americano pero de color anaranjado, si nos fijamos más también le encontramos similitudes con la lombriz, algo lógico pues la mayoría de poliquetos que utilizamos son de familias con características similares, cuerpo segmentado, parápodos.. etc.

Como decía en la introducción, es un gusano muy largo, habitualmente mide entre 15cm y 50cm, pero puede llegar a medir bastante más de un metro de longitud.


Es un gusano de colores vivos, que van del verdosos a naranja brillante, también su sangre, que es de un color morado (incluso tirando a negro) con fluorescencias, de hecho es el principal atractivo de este cebo.

Su piel segrega una mucosidad, muy peculiar.  Al principio es transparente e inocua pero se vuelve morada/negra y venenosa cuando se manipula, además nos deja manchada la piel de las manos de morado durante varios días.



HÁBITAT Y RECOLECCIÓN

Presente en todo el Mediterráneo, se puede encontrar en cualquier zona propicia para la lombriz y el método de recolección es el mismo, solo habitualmente están a más profundidad.


Siempre he escuchado decir que los arrastreros sacan muchos de estos gusanos.

Cabe resaltar que sin licencia de mariscador está prohibido recolectarlos, además no quedan muchos por la contaminación de nuestras playas, es raro encontrarlos.



CONSERVACIÓN

Este cebo es bastante fácil de mantener, incluso un poco más fácil que la lombriz:
  • En vivero, con arena y agua limpia, preferentemente con oxigenador a 14-16 grados, cambiando el agua regularmente cada semana, es muy sencillo de mantener y apenas ensucia el agua.
  • Si no disponemos de vivero, en la nevera, dentro del cajón de la verdura y envuelta en papel de diario puede aguantar hasta 7 días en la caja con la que la sirven si cambiamos regularmente el agua, sino un máximo de 4 días.
Se puede aguantar sin problemas varias semanas.



PRESENTACIÓN Y USO

Generalmente se utiliza para pescar llobarros y doradas, aunque es un cebo al que le entran todas las especies, por aquí se suele reservar de cara al invierno, cuando desaparece la morralla.

Básicamente hay 3 formas de presentarlo:
  • Si son pequeños se pueden ensartar enteros como si de una tita o un americano, se tratara.
  • Si es muy largo se pueden cortar a trozos (desde la cola a la cabeza para no matarlo, incluso se puede guardar para otro día cortado porque apenas sangra y sobrevive perfectamente).
  • Si es muy grueso suele tender a escurrirse del anzuelo, por lo que conviene licrarlo para no perderlo en el lance, se licra con cuidado como si fuera funda.
Lo habitual es ser generoso con las porciones y presentarlo con un montaje de 2 anzuelos en tándem.


Una cosa que hay que tener en cuenta es que la mucosidad del llobarrero mata a otros gusanos, con lo que no conviene juntarlos en la misma caja con el llobarrero o manipularlos con las manos pringadas de mucosidad de este.

Un truco para evitar mancharnos las manos (sin necesidad de usar guantes) consiste en rebozar el trozo de gusano en la arena nada más cortarlo, así evitamos el contacto con la mucosidad, que es la que nos tiñe la piel cuando se vuelve oscura.
Si aún así nos pringamos con la mucosa, nos podemos frotar las manos con arena y aclararlas con agua en la orilla antes de que se oscurezca, nos manchará mucho menos y siempre es mejor que tener que frotarse en casa con estropajo y lejía, que es el único modo que conozco para quitarlo.



COMPARATIVA Y CONCLUSIONES

En esta ocasión no voy a hacer una comparativa, por la poca diferencia (salvo en efectividad) que existe entre estos gusanos.

El llobarrero chino (más bien malayo) existe, aunque ningún distribuidor lo suele reconocer porque lo venden al mismo precio o apenas un poco más barato, se trata de la especie Halla okudai:



Las diferencias (al igual que ocurre con las variedades del americano) son difíciles de apreciar a simple vista, yo no consigo siempre distinguirlos, en todo caso el malayo es un poco más blando y baboso al tacto, lo que me recuerda un poco al cordel, pero no siempre se ve muy claro.

Solo tras ver que no pesca, o como amarillea y muere en nuestro vivero a los pocos días, delatarán que se trataba de esta especie.


Y ahora las conclusiones:

Debido al alto precio de este cebo, no se utiliza mucho por esta zona, pero sin duda es uno de los mejores cebos que hay para pescar a surfcasting.
No recomiendo escatimar si se decide a probarlo, cuanto más grandes más caros, pero también más efectivos, los pequeños no suelen pescar tanto, posiblemente porque la mayoría de ocasiones se trata del asiático (del que hay que resaltar que pesca mucho menos que el autóctono).

Es un cebo válido para grandes piezas, sirve para casi todas las especies, en verano no se utiliza mucho porque es muy caro y la morralla se lo bebe, pero en invierno es el rey de los cebos por su enorme atractivo.
La pena es que, salvo en verano (que encima es cuando menos utilidad tiene), no suele haber mucha disponibilidad y hay que reservarlo con tiempo para conseguirlo.

Posiblemente el mejor cebo que hay, pero para mi es excesivamente caro y tiene el inconveniente de que la morralla lo ataca enseguida y dura poco en el agua pero, aún así, es imbatible en invierno.





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